1- La Sectorización: una red de salud fraterna, precursora y evolutiva. Por el Dr Charles Alezrah (Thuir)

Cuarenta años después de su creación, el modelo francés de psiquiatría pública es siempre actual. Precursor de las redes de salud, ha aportado avances considerables en la asistencia de los enfermos mentales. La duración de hospitalización no ha cesado de disminuir a medida que se desarrollan las estructuras alternativas: permitiendo un tratamiento a tiempo parcial o ambulatorio cada vez más eficaz.

Pero las necesidades evolucionan junto a una sociedad en la cual los períodos de crisis sociales o económicas se manifestan, entre otras cosas, por nuevas modalidades de expresión del sufrimiento psíquico. Progresivamente, el campo de la psiquaitría se ha ampliado a partir de una multiplicación de nuevas formas de demanda.

La sectorización ha podido generar sus paradojas, sus contradicciones, sus derivas, mas a pesar de ello permanece en tanto que un dispositivio precioso al servicio de le población, de toda la población; dispositivo que debe evolucionar en el sentido de una mayor plasticidad para permaneceer adaptado a las exigencias de una psiquaitría del sujeto, del ser y no de la neurona.

Una psiquiatría humanista como la pensaban Henri Ey y Eugène Minkowski.

2- Salud mental y gran exclusión, por el Dr Michel Botbol (Sceaux)

La exclusión es uno de los problemas mayores de nuestra sociedad. Ella interroga los dispositivos sociales y sanitarios.

Ello es particularmente evidente en lo que respecta a la salud mental de los excluídos, lo que implica determinantes múltiples, discursos heterogéneos y respuestas difusas y alambicadas.

Sobrepasadas por lo que podemos considerar un "síntoma comunitario", las instituciones concernidas son llevadas a radicalizar sus discursos y a atribuir al otro un fracaso que las cuestiona en el corazón mismo de lo que las legitima. En ese contexto, estamos confrontados al doble riesgo de descuidar el componente social o político, o de desconocer lo que releva del funcionamiento psíquico de dichos sujetos.

¿La solución es cuestionar los paradigmas que han permitido la abertura y el desarrollo de los dispositivos psiquiátricos en el curso de las últimas décadas? ¿O, por el contrario, habría que reforzar su lógica para adaptarse a las nuevas formas de demanda?

Estas cuestiones serán discutidas en esta comunicación a partir de los datos extraídos de trabajos de un grupo iniciado por la Association Française de Psychiatrie y la Société Française de Santé Publique.

3- La exclusión antes que la fraternidad, por el Dr Annie Galaup-Belzeaux (Perpiñán).

De la exclusión en la cual su sufrimiento los confina, hacia el difícil camino de la fraternidad, tratamos de acompañar a los jóvenes psicóticos. Rendimos testimonio de dicho trabajo en el lugar sectorial del  Moulin à vent en donde los acojemos en consultación, centros de actividades terapéuticas a tiempo parcial, o en hospitales de día, teniendo en cuenta del contexto social o legislativo.

4- Una respuesta específica en salud mental infantil: la asistencia a domicilio específica en salud mental infantil en la comunidad gitana de Perpiñán, por Dr Jean-Pierre Eppe y Pierre Roger (Perpiñán)

Al contrario de la banalidad de la queja y la demanda somática, la comunidad gitana desconoce la patología mental en el niño. Esta actitud vuelve la proposición y la conducción de la cura tanto más difícil puesto que son rechazadas las respuestas ofrecidas habitualmente por los Sectores de Psiquiatría Infanto-Juvenil.

En dicho contexto, la asistencia a domicilio nos ha parecido la sola modalidad asistencil aceptable en la continuidad, particularmente indicada en las fobias graves del niño quienes, no tratadas, evolucionan hacia formas severas de hándicap marcadas por el déficit y la dependencia.

5- Los niños con carencias socio-familiares: trastornos de la estructuración y patología de la libertad, por el Pr Michel de Boucaud (Burdeos)

El autor se propone abordar los problemas psicológicos y los trastornos psíquicos de niños con carencias afectivo-familiares, también llamados "casos sociales", dando un gran lugar a las custions familiares y las solidaridades necesarias.

6- Hándicap y "males cruzados" («maux croisés») por el Dr Jean-Claude Colombel (Cerbère)

Podemos congratularnos del aumento del número de personas con hándicaps que sobreviven gracias a la Medicina, la Reanimación y la Cirugía.

Todo hándicap es en primer lugar una herida narcisística. En un primer tiempo el sujeto se descubre extranjero a sí mismo antes de realizar un lento trabajo de duelo. Pero su reintegración a lo que él consideraba como su territorio no se alcanza jamás. Podríamos decir que cuando se muestra, violenta al otro de cada uno de nosotros. ¿Cuál otro? El que nos da forma y del cual buscamos siempre el vacío.

Quizás podemos decir que hiere en nosotros algo del Yo Ideal, de la misma manera en que proyecta a plena luz esas imágenes obscuras que son el sufrimiento y la muerte. A partir de eso, nos es tan difícil tener un sentimiento de fraternidad para con él, que par él reencontrarse con lo que llamamos la libertad.

7- ¿El psiquiatra en la cárcel: progreso o excusa? por el Dr Jean-Pierre Pecastaing (Perpiñán)

A continuación de una pequeña reseña histórica de la llegada de la psiquiatría a la cárcel y de sus consecuencias positivas, podemos interrogarnos sobre la posibilidad de una perversión del sistema.

El psiquiatra corre el riesgo de ser reducido a un rol de contención en el medio penitenciario, pero sobre todo, y ello parece un riesgo más grave sobre el plano ético: la psiquiatría penitenciaria permitiría de tratar a menos costo toda una franja de la población. Nos situamos aallí en el marco de la Etica, tal como la entendía nuestro Maestro H.Ey y en el de la Fraternidad ligada a este Coloquio.
 

8- ¿El psiquiatra de adolescentes es un "hermano mayor"?, por el Dr Jean-Marie Bobillo (Privas)

Establecer una relación terapéutica con un adolescente supone que el psiquiatra sea un buen modelo identificatorio, imágen diferente de la de los padres, más suficientemente conteniente pra no confundirse con la del adolescente él mismo. Un paralelo podría establecerse con la proposición de crear puestos de "hermanos mayores" en algunos barrios difíciles.

El riesgo, en un caso como en el otro, es que la misión asignada sea simplemente la de un regreso a la norma social, familiar, escolar o mantener el orden, en detrimento de una auténtica relción terapéutica o de sostén fraterno.

9-  La exclusión: una négación de la fraternidad, por  Dr Jean Maisondieu (Poissy) (conferencia abierta al público)

La exclusión moderna no puede ser más ligada a un pretendida diferencia cultural, étnica o racial que la justifique. No concierne solamente a los enfermos mentales, los marginales, los viejos, los inmigrantes, etc... Puede alcanzar a todo el mundo, incluso el ciudadano originario del país, sano de cuerpo y de espíritu y que no pide otra cosa que permanecer integrado completamente, es decir, un ciudadano normal ocupando un lugar en la sociedad. O sea: un sujeto.

Si, hasta hace no mucho tiempo, la lucha contra la exclusión parecía poder encimarse con el combate por el derecho a la diferencia, hoy el problema no se plantea más del mismo modo. No se trata de aceptar o de hacer aceptar la diferencia del excluído. Ella no es más que hipotética. Es necesario aprender y enseñar a no negar la semejanza con el excluído, la cual es inalienable. No es la diferencia lo que hace al excluído sino la exclusión quién hace la diferencia.